Thursday, December 22, 2011

Pernil Asado

Pernil Asado para Navidad!

Ingredientes:


1 Pernil de Cochino de unas 5 libras (2 ½ kilos)
2 cebollas grandes
1 pimentón rojo
1 pimentón verde
4 ajíes dulces
1 ramita de tomillo
1 ramita de orégano
½ taza de vino (blanco o rojo, yo uso el que tenga a la mano)
2 tazas de caldo de pollo

Salmuera (Brine)

8 tazas de agua
½ taza de sal
½ taza de azúcar morena
1 cucharada de pimienta en granos
1 ramita de tomillo
1 ramita de orégano

Los condimentos para untar:

1 cucharada de comino
1 cucharada de pimentón molido
½ cucharadita de pimienta molida
½ cucharadita de sal

Esta receta de pernil, como casi todos los platos navideños venezolanos, requiere tiempo de preparación, ya que eso es lo que hace la época de navidad así que empezando la noche anterior con la salmuera. La salmuera es un líquido a base de sal y otros condimentos, al dejar la carne cruda reposar en este líquido por unas 12 horas ocurre un proceso físico mejor conocido como osmosis,  hidratando las células en la membrana. La parte científica no es importante, lo que usted debe saber es que siguiendo este proceso ese pernil le quedara extremadamente jugoso.

La noche anterior coloque unas dos tazas de agua en una ollita con el resto de los ingredientes para la salmuera, caliente a fuego suave, no tiene que hervir, es solo para ayudar a disolver la sal y el azúcar. Déjelo enfriar, luego coloque la mezcla en una bolsa plástica de cierre hermético, coloque el pernil, y termine de llenar la bolsa con agua fría, suficiente para cubrir todo el pernil, es recomendable usar doble bolsa y luego colocarlo en un tazón plástico lo suficientemente grande para colocar el pernil (para evitar accidentes). Luego se debe llevar a la nevera y dejarlo allí tranquilito reposando en su salmuera toda la noche.

Cuando esté listo para preparar su pernil, sáquelo de la salmuera, lo puede lavar debajo del grifo, y asegúrese de quitarle todos los granos de pimienta, si se le ha incrustado alguno (morder un grano de pimienta no es muy placentero), séquelo muy bien con toallas de papel.

Comience a precalentar el horno a unos 450F (230C)

Pique todos los aliños en cuadritos y colóquelos en una bandeja para horno, con el aceite de oliva, mezcle muy bien y luego extienda en el fondo de la bandeja, formando una cama de sabor para ese pernil. Coloque el pernil sobre los aliños y con un cuchillo muy afilado hágale unos huequitos por encima, luego agarre un puñito de los aliños y masajee sobre el pernil, incluso puede empujar aliños por los huequitos que hizo en el pernil. En una tacita mezcle todos los condimentos para untar, como el pernil ya está impregnado con los aliños y el aceite, ponga los condimentos sobre el pernil y masajéelos formando una capa que cubra todo el pernil, siga masajeando, trate ese pernil con cariño para que le quede bien sabroso. Luego agregue el vino y el caldo de pollo en la bandeja, sobre los aliños NO sobre el pernil. 

A estas alturas ya el horno debe estar bien caliente, coloque el pernil en el horno por 15 minutos, esto ayudara a formar una corteza crujiente. Pasados 15 min baje la temperatura del horno a 250F (120C). El pernil se tomara 30 minutos por libra (1 hora por kilo), así que aproximadamente unas 2 horas y media. Cada media hora abra el horno y bañe el pernil con los jugos en la bandeja. Si tiene un termómetro de cocina, puede chequear la temperatura interna del pernil, estará listo una vez que alcance los 160F (72C).

Cuando esté listo, sáquelo de la bandeja y déjelo reposar por lo menos 20 minutos, mientras tanto, coloque todos los aliños y los jugos de la bandeja en una licuadora para hacer una deliciosa salsa que puede colocar por encima, si está muy caliente debe encender la licuadora sin la tapita del medio y cubrirla con un pañito para que no cause una explosión de aliño por toda la cocina. Si la salsa está muy espesa la puede hacer más ligera agregando caldo de pollo, o simplemente un poco de agua, ya que hay suficientes sabores en esa salsa.
Después de reposar ya puede cortar su pernil en rodajas y servir con sus hallacas, pan de jamón y ensalada de gallina.

Este pernil es suficiente para una familia de 8, se pueden ajustar las medidas dependiendo del tamaño, y recuerde que el tiempo de cocción va a depender del tamaño.





Buen provecho y Feliz Navidad!

Sunday, November 20, 2011

La Milagrosa Torta de Piña

TORTA DE PIÑA
 

Una de las personas con las que me pase mucho tiempo en la cocina es mi prima Milagros. La verdad es difícil imaginarla en otro lugar de la casa que no sea la cocina. Milagros es prima hermana de mi mama, ella quedo huérfana en su adolescencia  y mi abuela se hizo cargo de ella por mucho tiempo, así que en las visitas a casa de mi abuela siempre compartíamos mucho tiempo juntas, aunque ella es mayor que yo, a mí siempre me gusto charlar con ella, por horas, así que cuando decidió venirse a vivir con nosotros en Cua por un tiempo, para ayudar a mi mama, para mí fue lo máximo.  
Mila, como siempre la he llamado por cariño, siempre ha sido una gran inspiración en la cocina, especialmente cuando se trata de dulces, porque ella siempre andaba leyendo revistas y replicando recetas, yo no sé ni de donde las sacaba pero lo que si se es que eran muy buenas.  Yo nunca he sido muy dulcera pero a la hora de hacer tortas, quesillos, o dulces siempre recuerdo que Milagros era la batidora de la casa, especialmente cuando se trataba de batir huevos a punto de nieve. Por más que ella me enseñaba, nunca me salían a punto de nieve mientras que a ella en unos minuticos puff, magia!
Esa era la magia de la cocina, ella siempre estaba buscando la manera de hacer algo diferente, y seguro que hasta el día de hoy todavía es así. Ahora que soy ama de casa, muchas de las veces que me encuentro en la cocina queriendo darle un toque diferente a las recetas, pienso mucho en Milagros y en todo lo que compartimos en la cocina. Hay muchísimas recetas que me recuerdan a ella, pero especialmente, el quesillo, los suspiritos, el dulce de mango y  las tortas.  A veces eran experimentos y no siempre quedaban bien, especialmente recuerdo un dulce de cascos de guayaba de una receta que encontramos, creo que en una revista, y duro más de una semana en la nevera, jajaja, experimento fracasado.
También recuerdo una vez que le quise hacer una torta de piña a mi mama para su cumpleaños y el resultado,  aunque con buen sabor,  fue desastroso porque al voltear la torta la piña se quedo pegada del molde, en lugar de darme por vencida, seguí probando a hacer la torta de piña….
En fin, gracias prima querida por todo lo que con cariño me has enseñado en la cocina, y gracias por prepararme deliciosas comidas cada vez que he tenido la oportunidad de visitarte en Chirimena.  Si hay algo que puedo garantizar es que con hambre no me vengo!
Por los viejos tiempos compartidos en la cocina con la Milagrosa, aquí los dejo con mi receta de la torta de Piña. Créanme que he probado muchas recetas para esta torta, y esta, que básicamente cree por ensayo y error, es la mejor que he preparado y la que continuamente hago para mi esposo, pues es una de sus favoritas.  Hay dos ingredientes que yo agrego que son opcionales pero que le dan un toque magnifico, así que si les es posible agregarlos, háganlo!
Que la disfruten!!!!

Torta de Piña

Ingredientes 

Para el biscocho

2 tazas de harina
1 cucharada de polvo royal
1 pizca de sal
1 ¼ tazas de azúcar
2 panelas de mantequilla a temperatura ambiente
6 huevos (separadas las blancas y las yemas)
1/2 Taza del almíbar de las piñas
1/4 Taza de leche 
1/2 Lata de piña troceada o en puré (opcional)
 

   Para el caramelo

½ taza de azúcar
½ taza de agua
1 cucharada de jugo de limón
1 cucharada de molases (opcional)
 

Para el adorno

1 lata de ruedas de piña en almíbar
7 guindas 
 

Preparación:

Precalentar el horno a 350F
Primeramente escurrir las rodajas de piña y conservar 1/2 taza del líquido. Escurrir también la piña troceada y dejar a un lado. 
En una olla pequeña agregar todos los ingredientes del caramelo a fuego lento, hasta que el azúcar se disuelva y el caramelo empiece a burbujear, debe estar muy pendiente, cuando tome un colorcito dorado y se reduzca a la mitad, estara listo. No se preocupe Si piensa que no esta muy espeso, la consistencia debe ser melosa pero un liquido manejable.
Verter el caramelo en un molde para torta redondo, ligeramente engrasado con mantequilla, distribuir las rodajas de piña de forma decorativa agregando las guindas en el centro de cada rodaja.
En un tazón mediano cernir la harina con un colador, agregar el polvo royal y la pizca de sal, mezclar y hacer a un lado. En un tazón grande y usando una batidora eléctrica batir la mantequilla y la azúcar en velocidad media hasta que esté bien cremosa, agregar las amarillas de huevo uno a uno y continuar batiendo, agregar la leche y el almíbar de piña seguir batiendo y empezar a incorporar la mezcla de harina poco a poco. Una vez que estén incorporados todos los ingredientes, en otro tazón mediano batir las claras de huevo a punto de nieve, luego agregar con una paleta y con movimientos circulares a la mezcla. Por ultimo agregar la piña troceada o en puré (opcional) y mezclar con la paleta.  Verter toda la mezcla en el molde preparado con las piñas, hornear  por 50 minutos aproximadamente o hasta que al insertar un palillo salga completamente limpio. Dejar reposar por unos minutos pero voltear en una bandeja de servir mientras este todavía caliente.
 
Torta de pina venezolana
 

Tuesday, August 23, 2011

Los Macarrones de mi Abuela

Macarrones con Pollo es uno de esos platos que se conocen en cualquier hogar venezolano.  En la historia anterior los introduje a mi abuela Tata, así la llamábamos los nietos, y como lo dije antes, de ella aprendí la esencia de la cocina. Cuando mi mama y mi papa se casaron vivían en San Benito, parroquia La Pastora, yo fui la primogénita, después nació mi hermano Alfredito y luego llego Snailliw, la casita de San Benito se hizo bien chiquita para una familia de 5 y Tata consiguió unos  terrenos en San Antonio de Cua, al lado de un sobrino de mi abuelo (mi padrino Lelo), mi abuela le dio a mis padres la mitad del terreno y allí se construyo la casa donde creceríamos y donde todavía reside mi mama.  Aunque vivíamos en Cua, todos los fines de semana religiosamente nos íbamos a casa de mi abuela. Uno de los platillos que ella preparaba muy frecuentemente era Macarrones con Pollo,  o a veces si hacían falta los macarrones Tata simplemente preparaba lo que tuviera a mano y podía resultar en simples suculentos Espaguetis con Pollo, al final del día era el mismo sabor con diferente forma de pasta. 
Otro recuerdo que me trae los Macarrones con Pollo es de los mediodías, la hora de almuerzo en esas pensiones de La Candelaria. Oh! La Candelaria!!!! Con sus calles de piedra y sus casas de largos pasillos, grandes ventanales, con un jardín en medio de todas esas puertas, asemejando a las casas españolas. No importa lo que digan los demás, para mí, La Candelaria es el centro de Caracas, el verdadero Corazón de la ciudad y casa de la famosa Plaza del Centro de la canción de Franco de Vita. Cuando llegaba la hora de almuerzo en el banco y era quincena, con algunos compañeros (y muchas veces sola), caminábamos las calles de La Candelaria buscando que comer y los menús de las pensiones eran siempre la solución más viable.  No importa lo que ofrecieran en el menú, si se leía “Macarrones con Pollo” mi decisión ya estaba tomada. El mismo sabor incomparable de los de mi abuela o mi mama y….
“ojala me sirvan  el muslo” solía pensar.  Cuando me mude a los Estados Unidos fue una de las primeras comidas que le prepare a Matt. Una vez me los lleve de almuerzo al colegio, sentadas frente al capitolio de Madison en un día soleado de verano, mi amiga Adriana y yo nos deleitamos comiendo los macarrones y recordando historias de nuestra tierra.  El primer comentario de mi amiga al probarlos fue: “saben igual a los que preparaba mi abuela”
Y para los que quieran intentar, no se diga más, a calentar su caldero, a picar el pollo y a preparar esta rica receta para disfrutarla en compañía de familiares y amigos.
Macarrones con Pollo

Ingredientes:

½ Kilo de pasta corta – Rigatoni, Fusilli o Plumitas
1 Pollo picado en trozos pequeños
1 Cebolla grande picada
4 Tomates picaditos (cuando no tengo tomates frescos utilizo los enlatados)
3 Dientes de ajo finamente picado
½ Pimentón Rojo finamente troceado
2 Cucharaditas de comino
3 Cucharaditas de pimiento molido
1 Pizca de ají rojo seco
2 Cucharadas de pasta de tomate
½ Taza de salsa Kétchup
½ Cucharadita de Carmencita
1 Cucharada de cilantro o perejil picadito
Sal y pimienta al gusto

 

Preparation: Condimentar el pollo con sal y pimienta fresca, en un caldero calentar las 2 cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté bien caliente agregar las piezas de pollo de manera que todas las piezas estén en el aceite, si no caben, no abarrotarlos, hacerlo en dos tandas. Sofreír 5 minutos por cada lado y sacar a una fuente.  Agregar la cucharada de aceite restante, sofreír la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes, aproximadamente 2 minutos. Agregar la pizca de ají rojo seco (mi toque personal), el comino, la pimienta molida, la Carmencita, sal y pimienta al gusto.  Sofreír  todo por otros 3 minutos. Agregar los tomates picaditos (o en lata), la salsa kétchup y la pasta de tomate, mezclar con una cuchara de madera.  Devolver los trozos de pollo al caldero y bajar el fuego, tapar y cocinar por unos 30 minutos, chequeando de vez en cuando. Cuando falten 15 minutos para que el pollo esté cocido, poner a calentar en una olla 3 litros de agua hasta llegar a punto de ebullición. Cocinar la pasta siguiendo las instrucciones del paquete (normalmente unos 8 minutos). Cuando la pasta este “al dente” remover con un colador de mano y verter en la salsa con el pollo. Remover y mezclar todo muy bien. Colocar en un plato para servir y agregar el cilantro o perejil picadito por encima. Agregar queso al gusto y servir inmediatamente.

! Buen provecho!
Nota: Si la salsa está muy espesa agregar un poquito del agua donde se cocino la pasta antes de agregar la pasta.



Wednesday, August 17, 2011

Pepito de Carne

Escribi esta receta después de varias peticiones, está en lenguaje muy coloquial, espero que les sea muy fácil de preparar, sobre todo en Venezuela con la delicia de panes que allá se encuentran en cualquier panadería.  Y que levante la mano el que no se ha comido un buen pepito a la hora de almuerzo en cualquier calle de Caracas, o Charallave, o Cua y hasta en San Antonio de Cua venden pepitos J
Pepito de carne:
Ingredientes:
·         4 panes franceses o panes de bollo  
·         4 bistec de lomito, aprox. 2 cm de grosor
·         3 cucharadas de pesto - (mezcla de aceite de oliva, albahaca, ajo, queso parmesano, piñones y sal)
·         2 cebollas medianas cortadas en finas tiras
·         2 cucharadas de aceite de oliva
·         1 cucharadita de salsa inglesa
·         1 cucharadita de azúcar morena
·         1 pizquita de ají picante seco o en polvo
·         Sal y comino al gusto
·         4 cucharadas de queso amarillo rallado
·         Mayonesa al gusto
Preparación:
Colocar los bistecs en una cacerola con el pesto, dejar macerar por algunos minutos.
En una sartén calentar el aceite de oliva, sofreír la cebolla rebanada, agregar  la sal y pimienta al gusto, y la pizca de ají, dejar sudar las cebollas por unos 10 minutos, removiendo con una cuchara de madera de vez en cuando. Agregar la salsa inglesa y la azúcar morena, seguir sofriendo por otros 10 minutos, la cebolla estará lista cuando tome una consistencia acaramelada y este deliciosa.
Mientras tanto, colocar los bistecs en una parrillera a fuego mediano, cocinar unos 3 min por cada lado, bajarlos del fuego y dejarlos reposar unos 5 minutos luego rebanarlos.  Abrir los panes a la mitad y colocar en la parrilla por 1 minutico para que se tuesten solo un poquito.  Untar con mayonesa los dos lados del pan, colocar el bistec rebanado, luego el queso rallado y por último las cebollas acarameladas. Se puede acompañar con una ensalada verde o simplemente con papitas, mmmm, que lo disfruten!
Nota: Si no tienen Pesto es momento de utilizar su creatividad, por ejemplo, ajo machacado y salsa inglesa ;)

Introduccion


Ya hace algún tiempo he venido pensando en la idea de compilar recetas que he preparado para compartirlas con mis amigos y familiares.  Para mí la cocina es una fascinación difícil de describir. Para mí la comida es como esas canciones que te llevan a una época de tu vida, a mí los sabores y olores de la cocina me llevan a lugares remotos y al mismo tiempo me transportan en un mundo de recuerdos; mientras que la curiosidad por probar nuevos y excitantes sabores va creando a su vez nuevos recuerdos y nuevos momentos que se van adhiriendo al gusto y al olfato en mi vida cotidiana.
Había pensado en la idea de un blog pero siempre se me hace corto el tiempo que tengo para dedicar a la red, si bien no creo que pueda escribir a menudo, pensé en crearme el objetivo de compartir por lo menos alguna que otra receta por esta via… y probar a ver qué tal.
En este blog no solo quiero compartir recetas e invitarlos a prepararlas y a ser creativos en la cocina, sino que también quiero compartir mis memorias y leer las de ustedes.
Para empezar un poco de historia…

La cocina de Josefina
                Cuenta la historia de mi familia materna que mi abuelo era dueño de un restaurantico que abrió en La Guaira con un socio al llegar de las Islas Canarias, por allá a finales de los años 40 y entrando en la década de los 50. Fue allí donde conoció a mi abuela Josefina, una de las cocineras.  Para cuando yo llegue al mundo ya dicho restaurante no estaba en la familia y se habían residenciado en Caracas. Siendo la primera nieta siempre tuve una conexión especial con mi abuela, aunque mi abuelo partió cuando yo estaba muy chica, el siempre estaba presente en las comidas que preparaba mi abuela, pues ella tenía historias de cómo hacían esto y aquello en “sus tiempos”.
 Yo no sé si la cocina era el lugar preferido de mi abuela, pero lo que sí puedo garantizar es que era el lugar donde se pasaba más tiempo, una vez que terminaba con el desayuno, ya estaba pensando en el almuerzo y al terminar el mismo ya empezaba con la ardua tarea de planear para la cena. Es uno de los rasgos que herede de ella, pues para mí el mejor Domingo en casa, transcurre en la misma secuencia.  Yo me podía pasar horas arrodillada en una silla mirando y “admirando” a mi abuela cocinar, ella podía preparar de todo, y no importa que parte de la vaca, el pollo, el cochino o el pescado estuviera preparando, y créanme que en su cocina no se perdía nada, el resultado final siempre tenía un gran sabor.  Así como recuerdo mis mejores momentos en la cocina haciéndole preguntas a mi abuela, también recuerdo acompañándola a la carnicería y a la pescadería, comprando su “gajito de apio España” (mejor conocido como Celery, pero jamás escuche ese nombre de la boca de Josefina) y escogiendo la verdura para la “sopa del día” pues era casi garantizado que ella hiciera sopa a diario. 
Para mi abuela el trabajo de la mujer era en su casa, atendiendo a los hijos y preparándoles de comer, pero al mismo tiempo, ella salía a ganarse el pan de cada día vendiendo lo que estuviera a su alcance, a pesar de haber sido analfabeta, no era una mujer inculta y era luchadora como nadie. Esos rasgos se los heredo a sus hijas y a sus nietas.
Para mí los mejores recuerdos en casa de mi abuela están asociados a la cocina.  Lo que ella no sabía es que mientras me contaba historias a medida que iba picando aliños o pelando verduras, estaba también cultivando en mi el amor y la pasión por el buen comer.  Coronelía Josefina gracias por todo lo que me enseñaste y por haberme regalado la apreciación por la cocina, aunque ya no estés entre nosotros, te puedo escuchar buscando el cuchillo perdido…..
“esa es mi nieta cara”….
Buen Provecho!